El pescado graso es saludable
Una dieta rica en pescado graso se ha relacionado con un mayor rendimiento cognitivo durante muchos años. La investigación sigue apuntando a una variedad de ventajas, como una mejor salud ocular, cardiovascular y mental.
El consumo de pescado se ha relacionado con varios impactos positivos en el cerebro, incluido un mejor rendimiento cognitivo y lo que parecen ser efectos protectores en el volumen y la estructura del cerebro, según una investigación sobre el tema. Numerosos estudios han sugerido que los ácidos grasos omega-3 que se encuentran en algunos pescados pueden tener un papel. Otros estudios han descubierto una relación positiva entre la microbiota intestinal y una dieta rica en mariscos.
Según cierto estudio, el consumo regular de pescado graso puede reducir la probabilidad de desarrollar la enfermedad de Alzheimer, por lo que su madre tiene razón. De acuerdo con una investigación basada en autopsias cerebrales, quienes comían pescado graso a diario presentaban menos signos de la enfermedad de Alzheimer que quienes comían poco o nada de pescado y marisco. Los investigadores llegaron a la conclusión de que las ventajas potenciales excedían los peligros, aunque aquellos en el ensayo que habían comido más pescado graso tenían niveles elevados de mercurio en la sangre, pero estos niveles no eran suficientes para ser peligrosos.
El mercurio en el pescado sigue siendo un problema importante. Es un metal venenoso del que el cuerpo no puede deshacerse después del consumo. Las repercusiones perjudiciales para la salud pueden incluir daños genéticos y neurológicos. El mercurio puede ser particularmente dañino para los humanos en desarrollo y los bebés pequeños. Por lo tanto, se recomienda limitar el consumo de pescado graso a dos comidas por semana durante el embarazo. Los niños pequeños deben tomar las mismas precauciones ya que sus cerebros y sistemas nerviosos en crecimiento son los más vulnerables a cualquier consecuencia negativa. Ser exigente con los mariscos que consume podría ayudarlo a reducir su consumo de mercurio. Evite comer pescados grandes y longevos como el pez espada, el atún ahi y patudo, el reloj anaranjado, el marlín y la caballa con frecuencia. Debido a su larga vida, tienen una mayor oportunidad de absorber más mercurio.
Buenas opciones incluyen salmón, perca marina, camarones, sardinas, vieiras, arenque, pescado blanco y platija. Las Administraciones Federales de Alimentos y Medicamentos proporcionan un excelente recurso sobre esto. Visite fda.gov en línea y escriba "consejos para comer pescado" en el campo de búsqueda.
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