Una fundación emite una advertencia sobre el consumo de comida chatarra en adolescentes.

       

Según una fundación, la popularidad de los servicios de entrega de comidas a causa de la pandemia de COVID-19 empeoró el problema. Los adolescentes de Taiwán consumen mucha comida chatarra, lo que pone en peligro su salud. En una encuesta de estudiantes de secundaria, la Child Welfare League Foundation, ROC, encontró que el 60 % de los encuestados compraban bebidas azucaradas una vez a la semana y el 70 % de los encuestados consumían dulces o refrigerios al menos una vez a la semana.

       Según la fundación, alrededor del 25% de los encuestados informaron que comían comida chatarra todos los días, lo cual es un problema al que los padres deben prestar más atención. Según el informe, la situación entre los niños de secundaria ha empeorado debido al mayor uso de los servicios de entrega de comidas a causa de la pandemia.

      Según la encuesta, el 33% de las personas utilizó los servicios de entrega de alimentos al menos dos veces por semana. De este grupo, el 70% pidió comidas, mientras que el 55,5%, el 41,2% y el 31,4% restantes eligieron bebidas, snacks y frituras, respectivamente. La fundación afirmó, sin proporcionar ninguna información, que los encuestados en esa categoría eran propensos a problemas de salud, como cansancio e insomnio. Según el estudio, los niños tienen entre dos y tres veces más probabilidades de comer comida chatarra con regularidad que los niños cuyos padres comen de manera más saludable.

       La organización aconsejó a los padres que adoptaran una dieta saludable y que comieran con sus hijos con mayor frecuencia. Para informar al público sobre el contenido de las bebidas fabricadas en el sitio, el gobierno debe exigir que las plataformas de entrega de alimentos ofrezcan información sobre los niveles de calorías, azúcar y cafeína de las bebidas que suministran.

        Según la fundación, la Encuesta de Nutrición y Salud 2017-2020 del gobierno reveló que entre el 26% y el 30% de los ciudadanos taiwaneses entre las edades de siete y 18 años tienen sobrepeso u obesidad.